viernes, 13 de julio de 2007

FICHAS BIBLIOGRÁFICAS

Revista de educación.

Articulo: “La generación de una cultura de derechos humanos en la escuelas”.

Autores: René Donoso y Enrique Azúa.

Ministerio de educación, Octubre 2005 edición Nº305, Santiago de Chile.

Además de las actividades de aula, el marco curricular reconoce otros ámbitos de aprendizaje que son tantos o más importantes para el desarrollo de los objetivos transversales, como en las relaciones al interior de la comunidad educativa entre profesores, estudiantes y el reglamento de convivencia. Un a pedagogía que considera los derechos de las personas necesariamente debe considerar estos ámbitos de aprendizajes, pues no se saca nada que los alumnos manejen los aspectos conceptuales solamente.

En este sentido la generación de una cultura de los derechos humanos en las escuelas pasa por la creación de una convivencia democrática, participativa basada en la colaboración y el respeto.

Hacia ese objetivo apunta los programas impulsados por el ministerio, como la creación de consejos escolares, la política de aseguramiento de los derechos, la de convivencia, los programas de apoyos a los centros de alumnos y los juegos colaborativos.

En cuanto al sistema de educación hoy se cuenta con algunos recursos importantes que permiten mirar con optimismo este proceso de formación. En consecuencia con un currículo que va desde la educción parvularia hasta cuarto año de enseñanza media, donde se ha integrado una gran cantidad de contenidos y actividades orientadas a respetar al otro. Entre las más relevantes está la valoración de la diversidad y los derechos y deberes que impone la vida en sociedad y los derechos humanos. Los temas son abordados desde un enfoque transversal lo que supone que los contenidos no se concentran en un sector de aprendizaje, en este sentido el desafío consiste en que los docentes y principalmente los equipos técnicos y directivos de las escuelas comprendan que la formación en derechos humanos no es un trabajo aislado, sino también una tarea coordinada de la escuela en su conjunto.

Libro: “El Valor de Educar”.

Autor Fernando Savater de la editorial Ariel:

· Ser humano es también un deber. Se refiere a los atributos como la compasión por el prójimo, la solidaridad ola benevolencia hacia los de mas que suelen considerarse rasgos propios de las personas “muy humanas”,es decir aquellas que han saboreado “la lache de la humana ternura”

· Hecho obvio: los niños han pasado mas tiempo fuera de la escuela que dentro, sobretodo en los primeros años. Durante la mayor parte del periodo de la enseñanza primaria el niño aprende aptitudes tan fundamentales como hablar, obedecer a los mayores, proteger a los mas pequeños, es decir, convivir con personas de diferentes edades, participar en juegos colectivo respetando los reglamentos, distinguir lo que esta bien de lo que esta mal según las pautas de la comunidad a la que pertenece

· Del abigarrado y con frecuencia hostil mundo exterior el niño puede refugiarse en la familia, pero de la familia misma ya no hay escape posible salvo a costa de un desgarramiento traumático que los primeros años prácticamente nadie es capaz de permitirse

· Los maestros deben siempre recordar, aunque lo olviden los demás, que las escuelas sirven para formar gente sensata, no santos. No vaya a ser que por querer hacer a los jóvenes demasiado buenos no les enseñemos a serlo lo suficiente.

· Al entregar el mundo tal como pensamos que es a la generación futura les hacemos también partícipes de sus posibilidades, anheladas o temidas, que no se han cumplido todavía. Educamos para satisfacer una demanda que responde a un estereotipo –social, personal- pero en ese proceso de formación creamos una insatisfacción que nunca se conforma del todo… constatación estimulante aunque desde el punto de vista conservador ello constituya un cierto escándalo.

Biografía autor del libro.

Fernando Savater (1947- ), filósofo y escritor español. Nació en San Sebastián y desde muy temprana edad manifestó su inquietud en el ámbito de las letras y el pensamiento, hasta el punto de conmocionar el panorama filosófico de su país al publicar en 1972 Nihilismo y acción y La filosofía tachada. En estos ensayos, que nada tenían de juveniles, se manifestaba ya, influido por Friedrich Nietzsche y por Emile Michel Cioran, su empeño por innovar los modos en que discurría la reflexión en España, obsesión a la que ha sido fiel a lo largo de la incesante actividad periodística, teórica, pedagógica y literaria que desarrolla desde entonces. De otra parte, al compaginar con ingenio, acierto e ironía crítica, filosofía y escritura, Savater ha cultivado diversas pasiones que articulan sus compromisos intelectuales y su evolución como pensador. En primer término, un antiautoritarismo radical, muy próximo a las tesis anarquistas, que le costó un periodo de exilio voluntario en Francia durante los últimos años del régimen de Francisco Franco; acto seguido, alternando sus preocupaciones políticas con las críticas y estéticas, lo que descubrió su faceta como cinéfilo y mitómano ilustrado que, descreyendo de géneros y fórmulas convencionales, reivindicaba el placer como alternativa emancipatoria frente a una modernidad asfixiada por la razón.

Fue galardonado con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo y nombrado vocal del Patronato del Instituto Cervantes por el Consejo de Ministros. Además, se le concedió el Premio Fernando Abril Martorell por su defensa y difusión de la libertad, la tolerancia y los derechos humanos. Dos años después recibió el Premio González-Ruano de periodismo. Recientemente ha publicado El valor de educar (1997), A caballo entre milenios (2001), Perdonen las molestias. Crónica de una batalla sin armas contra las armas (2001) y Pensamientos arriesgados (2002). En 2003 presentó un volumen de memorias titulado Mira por dónde. Biografía razonada y El valor de elegir.